lunes, 9 de diciembre de 2013


Hay besos que pronuncian por sí solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada, hay besos que se dan con la memoria.
Hay besos enigmáticos, besos sinceros,
besos que de dan sólo las almas, hay besos prohibidos, verdaderos.
Hay besos que arrebatan los sentidos,
hay sueños misteriosos que han dejado miles de sueños errantes y perdidos.

                           Y caí
Estamos inmersos en un mundo que no para, que no deja de girar aunque necesites tu tiempo, que te deja el tiempo de por las noches para con los ojos cerrados busques respuestas.
El movimiento así exige el cambio, distintos o distantes.
Criticamos los fallos de los demas y vemos los circulos abiertos de la gente a nuestro alrededor sin a penas fijarnos en los nuestros propios, en esas heridas que, como todo, se pueden curar.

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